
¿Son los vegetarianos una “población a riesgo”? ¿Son veganos como “irresponsables sociales”? Acaso los no vegetarianos ¿no tienen también estas carencias? Acaso ¿no hay gran cantidad de anémicos en la población carnívora? Acaso ¿quién lleva la estadística de la cantidad de niños con problemas neurológicos generados por padres omnívoros? Acaso ¿no hay buenos y malos vegetarianos, al igual que hay buenos y malos carnívoros?
Siendo que la B12 no la producen ni plantas ni animales, y que en naturaleza los circuitos bacterianos de la B12 funcionan en animales que viven en entornos naturales, pero no funcionan en animales de cría/alimentación industrializada/antibioticada ¿no será que estamos pagando el precio por la excesiva aseptización de nuestras vidas urbanas modernas? ¿No tiene todo esto acaso que ver con la masiva disbiosis intestinal, generada por nuestros alimentos industrializados, la alta presencia de antibióticos y agroquímicos en la cadena alimentaria, y la preminencia de nuestras patologías gástricas/digestivas con compromiso estomacal/intestinal/hepatorenal?
No tiene sentido generar polémicas ni conflictos, cuando una eventual carencia de B12 se puede resolver con suplementos económicos y que no generan riesgos. No somos “anti suplementos de B12”, todo lo contrario. Pero sí somos críticos de la actitud “tapa síntoma”, conformándonos con que el análisis “dé bien”, quedándonos tranquilos y sin actuar sobre la verdadera causa profunda, que es lo que corresponde. El valor corporal de B12 es solo la punta de un iceberg y como toda problemática corporal, es multifactorial. Por tanto las soluciones también deben ser multifactoriales. O sea, tomemos el suplemento de B12, pero al mismo tiempo abordemos la causa profunda, que es el ensuciamiento crónico.
A continuación les comparto un artículo acerca de la polémica carencia de la B12 que pueden pueden ver y descargar haciendo click en el botón aquí abajo y también un video acerca de este tema que pueden optar por verlo o escucharlo a través de spotify.